A todos nos sorprendió el pasado sábado ante el Girona el buen tono físico de Memphis Depay. Un jugador que apenas acumulaba dos entrenamientos y que había disputado su último partido el 27 de junio, que venía de desconectar totalmente de todo y al que se le vio fresco, ágil e incluso con desborde.
Más allá de ese aspecto feroz, de ese león enorme tatuado en la espalda y de la ingente cantidad de tinta que cubre su cuerpo, lo cierto es que el neerlandés tiene un tren superior potentísimo. Esa condición le permite jugar con el cuerpo y aguantar bien el balón de espaldas, acciones en la que saca continuamente petróleo. Además de anotar frente al Girona su primer tanto con la casaca azulgrana, no dejó de inquietar la portería contraria, de tirar desmarques. Se le vio activo y con ganas.
Quizás nos llevamos la (falsa) sensación de que había estado machacándose y de que ha llegado en plena forma de las vacaciones. "Quizás la gente no se dio cuenta, pero me pesaban las piernas y estaba muy cansado. En principio tenía que jugar unos 30 minutos, pero al final fueron más de 50".
GENÉTICA
En la entrevista que hemos realizado al futbolista internacional por los Países Bajos, le preguntamos por las claves de esa fortaleza física. "Estas vacaciones he desconectado. He querido hacer un 'break' total. Llevaba mucho tiempo sin poder descansar con todo esto del COVID, así que no he seguido ningún plan específico".
NOTICIAS RELACIONADAS
¿Visita mucho el gimnasio? ¿Se machaca más allá de los entrenamientos ya de por si duros que realiza con su equipo? "De joven sí iba bastante al gimnasio, pero ahora hace años que casi ni lo visito. Lo mío es genético, así que no me interesa hacer pesas porque gano volumen muy rápido y no quiero. Si estoy así es por los genes".