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El partido entre el Villarreal y el FC Barcelona finalizó con una bronca en la banda. Todo el banquillo del equipo amarillo, salvo su entrenador, Unai Emery, fueron a buscar a Xavi Hernández tras el pitido final. El egarense, sin embargo, restó importancia a los hechos y aseguró que "al final, nos hemos dado la mano y ya está".
El cuerpo técnico del Villarreal fue a buscar a Xavi Hernández tras la finalización del partido para echarle en cara algunas acciones del partido, en especial las manos de Piqué en la primera parte.
Xavi aguantó el chaparrón de uno de los asistentes de Emery aunque, al final, demostró su personalidad y no se calló. Defendió sus intereses sin faltar a nadie y recordó la entrada de Parejo a Busquets nada más empezar el duelo.
La discusión se alargó en el túnel de vestuarios aunque no fue a más. Después, en rueda de prensa, señaló que todo fue producto de la tensión en los banquillos, algo normal, y que al final se habían "dado la mano y ya está".
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El FC Barcelona acabó imponiéndose 1-3 al Villarreal con goles de De Jong, Memphis y Coutinho, de penalti, para sumar su primera victoria a domicilio esta temporada en Liga y la segunda consecutiva en el campeonato doméstico por primera vez este curso.