A cinco puntos de la promoción de ascenso con nueve por jugar. Matemáticamente sigue habiendo opciones para el Barça B, pero la realidad es tozuda y las esperanzas se desvanecen. Ni al filial azulgrana ni al Badalona, a un punto, les valía el empate y fue el resultado cosechado tras un partido loco y repleto de ocasiones, especialmente para los de García Pimienta.
La primera media hora fue equilibrada, entre dos equipos a los que les costó mucho llegar al área rival. Y eso que empezó el partido con el protagonismo y las ganas de agradar de Gabriel Novaes, la gran sorpresa de la alineación al estrenarse como titular. El brasileño tuvo una doble ocasión. Néstor se convirtió en el futbolista más incisivode los escapulados, aunque la acción más peligrosa para el Badalona la firmó Ángel Sánchez tras una mala salida del balón del filial.
Pero el Barça B se desbocó en el tramo final del primer tiempo. Collado, Riqui Puig, Carles Pérez y Jorge Cuenca estuvieron a un tris de nivelar el marcador. Los de García Pimienta pisaron el acelerador y solo la falta de puntería y el pitido del árbitro para señalar el descanso impidieron que los visitantes cayeran a la lona.
Goles... y un penalti detenido
La segunda parte fue un toma y daca constante. Se adelantó el Badalona en una gran combinación entre Robert y Néstor, y a la acción siguiente, penalti muy inocente de Araujo sobre Ángel. Iñaki Peña le detuvo la pena máxima a Albarrán. El meta alicantino es todo un experto en estas lides.
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La acción dio moral al filial. Oriol Busquets chutó al palo y Araujo empató al rematar un balón suleto a la salida de un córner. Quedaba tiempo, y los de Pimienta se lanzaron a tumba abierta. Y cayeron las ocasiones. La de Riqui Puig fue clarísima, Wagué chutó al travesaño... Pero no hubo manera.