Si bien ha pasado ya un mes y medio desde la disputa del Atlético de Madrid- Fútbol Club Barcelona, todavía sigue pendiente lo vivido por Antoine Griezmann en su regreso al estadio rojiblanco.
Durante muchos momentos a lo largo del encuentro el jugador francés tuvo que escuchar cánticos donde se deseaba su muerte, especialmente antes del inicio del partido. Graves descalificaciones que venían procedentes de un sector muy determinado y que la Liga de Fútbol Profesional hizo constar en su denuncia del 3 de diciembre donde hacia constar que eran 2000 los aficionados que profirieron estos cánticos antes del comienzo de la segunda parte y en los minutos 59, 60 y 68.
Denuncia que también ejerció la propia Federación Española de Fútbol apoyándose en el informe del delegado observador arbitral.
Situación que dio pie a la apertura de un expediente extraordinario con el nombramiento de un juez instructor. Según hemos podido saber en el diario SPORT, el procedimiento se encuentra ahora mismo en la fase de alegaciones lo que supone que en las próximas semanas deberá tener encima de la mesa el Comité de Competición una propuesta de sanción por parte del propio juez.
¿QUÉ DICE EL CÓDIGO DISCIPLINARIO?
Como ya expusimos en este periódico a principios de diciembre, este tipo de actuaciones pueden llegar a considerarse como muy graves según su artículo 69 del Código Disciplinario relativo a los actos y conductas violentas e intolerantes y que dice lo siguiente: "La entonación de cánticos que inciten a la violencia o constituyan manifiesto desprecio a las personas que intervienen en el encuentro".
Lo mismo dice el apartado b del mismo artículo: "Se entienden por actos o conductas contrarias a la tolerancia y el respeto, aquellas que sin llegar a ser calificadas como violentas, racistas, xenófobas o intolerantes, supongan un mensaje degradante, vejatorio, irreverente, malsonante o insultante hacía el club rival y sus integrantes, aficiones, árbitros y asistentes y en general contra cualquier persona o colectivo que participe directa o indirectamente en el partido o competición de que se trate y contra cualesquiera de los miembros de la organización federativa."
LAS POSIBLES SANCIONES
El mismo Código Disciplinario establece una multa económica que podría llegar hasta los 90.000 euros y la clausura total o parcial del estadio, cuando este delimitado la zona donde se han producido, desde un partido hasta toda la temporada. Esto en el caso de extrema gravedad. Es el artículo aplicado precisamente al Rayo Vallecano tras lo sucedido con Zozulya.
Lo cual nos lleva a considerar que lo normal es que el instructor pudiera considerar lo acontecido en el Metropolitano como un incidente grave, según establece el artículo 89 del Código Disciplinario, en cuyo caso la multa asciende a los 3006 euros así como el cierre total o parcial desde un partido a dos meses.
En el caso más benévolo para el Atlético de Madrid podría quedar en un apercibimiento de cierre parcial del estadio y multa económica. Que es precisamente lo que le impuso el Comité al equipo azulgrana a raíz de la interrupción del clásico en el Camp Nou por el lanzamiento de pelotas que obligaron a tener detenido el encuentro durante cerca de 3 minutos.
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Este mismo procedimiento es el que está siguiendo los gritos contra Piqué en el último derbi catalán si bien en este caso, a diferencia de Griezmann, aún que existe denuncia de la Liga no consta oficialmente que la haya desde la RFEF.