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REPORTAJE SPORT: Encontramos en Kíev al culé más fanático del mundo

Alexander ha visto más de 50 partidos en el Camp Nou y ha realizado más de 30 desplazamientos por Europa siguiendo al Barça

Es el fundador del 'Fan Club' del Barça de la capital ucraniana, con más de 150 miembros

La curiosa historia de la Penya Barcelonista de Kiev / | Javi Ferrándiz / Sergi Capdevila

Existe el amor irracional. De hecho, si en una relación sentimental no hay ni que sea una pizca de irracionalidad, algo falla. En este caso lo que nos encontramos en Kíev no es un vínculo carnal, pero sí muy emocional. Nos dicen que el local está en las afueras. Le pasamos la dirección al taxista. No cruzamos ni una palabra en los 25 minutos de trayecto.

En Ucrania muy poca gente chapurrea el inglés. Todo está en cirílico. El conductor, un chaval, nos aparca en un polígono. Apenas caminamos unos pasos y nos topamos con un local con un escudo enorme del Barça. ‘Fan Club Barça Kyiv’. Alexander y Volodymir nos esperan. El segundo habla un inglés más que correcto y nos hace de intérprete. Quien tiene más por contar es ‘Alex’, que encarna a la perfección las facciones de un eslavo.

“Fundamos el club en 2017. Empezamos con 70 miembros y ya somos más de 150”. Nos deja atónitos. 150 aficionados del Barça en una ciudad de la Europa del Este. Con su carné de socio y su todo. “Empecé a seguir el Barça en 1992. El ‘Dream Team’ me enamoró, Romario es mi jugador favorito de siempre. Mi equipo de infancia es el Dinamo, pero la historia de amor que siento por el Barça es algo diferente”, nos confiesa.

 

Desde entonces casi podríamos decir que su vida ha girado en torno al club azulgrana: “He visitado unas 100 veces Barcelona, no exagero. Habré visto más de 50 partidos en el Camp Nou y tranquilamente 30 más en estadios de toda Europa”. La sede es un santuario lleno de reliquias. ‘Los Leopardos’, como se hacen llamar, sienten absoluta devoción por el blaugrana. “He estado dos veces en Las Palmas viendo al Barça; en una de ellas los únicos culés de la zona visitante éramos nosotros, que habíamos viajado desde Kíev”.