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La noticia del acuerdo entre el FC Barcelona y Spotify para que la multinacional sueca se convierta en el nuevo patrocinador del club catalán se ha visto empañada, en gran parte, por el anuncio este martes de la salida de Ferran Reverter como CEO de la entidad azulgrana.
Reverter, que llegó al Barça con una acreditada fama de gestor de MediaMarktSaturn, ha sido una de las personas clave en la transformación económica de la entidad en los últimos meses, y deja el cargo de CEO antes de que se cumpla un año del regreso de Joan Laporta a la presidencia.
La dimisión de Reverter ya estaba sobre la mesa de Joan Laporta la pasada semana aunque solo las personas del círculo de máxima confianza del presidente estaban al corriente. El CEO azulgrana dijo al presidente que no se había tenido en cuenta su posición y criterio durante algunas fases de las negociaciones que han llevado al acuerdo final con Spotify.
Al parecer, esas diferencias tendrían mucho que ver con el 'name rights' (apellido) del Camp Nou. Reverter consideraba que el dinero que debe ingresar el Barça por el patrocinio del Espai Barça podría ser más elevado una vez que se finalicen las obras del Estadi y las nuevas instalaciones estén plenamente operativas. Por tanto, el club debía quedar libre al final del contrato para negociar con cualquier nuevo candidato.
Reverter en Miami, Spotify en Barcelona
Además, Reverter también habría considerado un error estratégico vender en un mismo pack los derechos de dos activos tan potentes como la camiseta y el nombre del estadio, pues en su opinión se podría haber sacado más rendimiento vendiéndolos de manera separada, más si cabe que está incluida la ropa de entrenamiento y la del primer equipo femenino, que ahora mismo es el mejor del mundo. Hay que tener en cuenta que antes de la pandemia, Rakuten pagaba 55 millones + 6 en variables, Beko 16 millones por la manga y la ropa de entrenamiento y Stanley 3,5 millones por la camiseta del femenino. Reverter conoce muy bien los precios actuales de la industria del fútbol y sabía que Qatar ya pagaba 15 millones de euros al Bayern Munich solo por el kit de entrenamiento.
Según las mismas fuentes, Spotify habría puesto como condiciones para cerrar el contrato contar con un derecho de tanteo al final de estos tres años y que ambos conceptos fueran unidos. La decisión final al respecto la habría tomado el presidente Laporta, obviamente sin tener en cuenta las opiniones de Reverter.
El capítulo final del desencuentro se escenificó el pasado fin de semana. Reverter se encontraba en Miami (Estados Unidos) intentando cerrar un acuerdo para financiar el Espai Barça mientras que la cúpula de Spotify estaba en Barcelona, ultimando detalles con el club y asistía a los partidos del Basket, el Femenino y el clásico Barça-Atlético.
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Según le consta a SPORT este tema de Spotify ha sido la gota que ha colmado la paciencia de Reverter, que ya había mostrado sus discrepancias con Laporta con anterioridad en algunos temas, por ejemplo en la política de Recursos Humanos. Pensaba el CEO que los criterios de contratación de ejecutivos y personal, así como el despido de algunos trabajadores, no eran estrictamente profesionales. De forma muy concreta le molestó que se despidiera al director de Marca, Guillem Graell. Recordemos que además de Reverter, otro algo cargo del club también había dejado sus responsabilidades con anterioridad, el jefe de seguridad: Ferran López. Este en un tiempo récord, porque a los pocos meses de entrar en el club ya había quedado relegado.