La victoria del Barça al Sevilla por 1-0 en el Camp Nou, con asalto al segundo puesto incluido, dejó una curiosa anécdota. Rakitic, quien volvía a la que fue su casa por primera vez desde que hay público en las gradas, recibió una sonora ovación del aficionado culé y se terminó marchando al túnel de vestuarios en calzoncillos.
El croata siempre ha sido un futbolista muy querido en Can Barça y ayer, aprovechando su regreso, quiso devolver el cariño recibido. Al terminar el encuentro, pese a perderlo, se acercó a la Grada d'Animació y saludó uno por uno a alguno de sus miembros, regalándoles primero la camiseta y después los pantalones.
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Camino al túnel de vestuarios saludó a Pedri, quien estaba atendiendo a los medios, y recibió otra ovación por parte de los aficionados que todavía quedaban en el estadio azulgrana.