La derrota del FC Barcelona ante el Cádiz fue especialmente dolorosa porque además de la pobre imagen ofrecida ante un Cádiz que incluso mereció más, rompía con una racha de quince partidos sin perder en la Liga.
Desde que el conjunto de Xavi Hernández fue derrotado por el Real Betis en el Camp Nou el 4 de diciembre de 2021, había conseguido enderezar paulatinamente su trayectoria en el campeonato, aupándose hasta la segunda posición de la tabla tras encadenar quince jornadas sin perder, con cuatro empates y once victorias.
Frenazo imprevisto
De hecho, daba la impresión de que el Barça había cogido la velocidad de crucero y además de escalar en la clasificación había encontrado la fórmula para ser solvente de forma regular pues había encadenado siete victorias contra Valencia (1-4), Athletic (4-0), Elche (1-2), Osasuna (4-0), Real Madrid (0-4), Sevilla (1-0) y Levante (2-3).
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De hecho, las goleadas ante conjuntos del nivel del Real Madrid incluso hicieron pensar en que el conjunto blaugrana podía soñar con inquietar al conjunto blanco en la lucha por el título de Liga. Sin embargo, el mazazo psicológico que supuso la eliminación en los cuartos de final de la Europa League ante el Eintracht de Frankfurt (2-3) dejó al Barça en estado de shock hasta el punto que volvió a dejarse sorprender por un Cádiz que ya es una de sus ‘bestias negras’ en la etapa reciente.