La agresión se produjo el pasado domingo en el Mundial de rugby, cuando el italiano Leonardo Ghiraldini metió el dedo en el ojo al irlandés Cian Healy. Y la sanción no se ha hecho esperar. El jugador fue citado el martes para declarar en Auckland, y este mismo martes la Federación Internacional dio a conocer el castigo. Hasta el 17 de enero de 2012 no podrá volver a jugar. Ni siquiera con su club, el Treviso.
Ghiraldini admitió su falta, pero asegura que no fue intencionada. Ahora dispone de 48 horas para apelar. La jugada no fue vista por el árbitro, pero aún ha tenido suerte: si hubiera tenido antecedentes, le hubieran 'caído' 24 semanas.