Convertido en apenas un par de semanas en la gran revelación del verano en el Barça, el ‘fenómeno’ Raphinha ha comenzado con muy buen pie su andadura azulgrana. Este extremo de los de antes, habilidoso, descarado, rebelde, ha aterrizado en el Camp Nou para dejar huella.
El caso es que la historia de Raphinha está llena de superación. De dar tumbos persiguiendo un sueño. Tras no ser aceptado de muy jovencito por el Gremio de Porto Alegre, su ciudad, se tuvo que marchar a Santa Catarina. A más de 300km. Siendo un adolescente. Allí fichó por el Avaí y en esa época Deco entró en su vida. Una bendición.
SALTO AL VIEJO CONTINENTE
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El ex del Barça fue el encargado de llevarlo a Europa. La primera opción, el Porto. Allí había despuntado precisamente Deco antes de dar el salto a Barcelona. Pero en el club blanquiazul no vieron con buenos ojos su aterrizaje. Demasiado débil físicamente. Craso error. Finalmente se marchó al Vitoria de Guimaraes y su irrupción fue como un cañón. A sus 19 años, comenzó en el filial, pero pronto se ganó subir al primer equipo. “Se volvió un fenómeno”, nos dicen de Portugal. Dos años después, el Vitoria lo vendió por casi siete ‘kilos’ al Sporting.