Gerard Piqué disfrutó de un entrenamiento tranquilo en el Santiago Bernabéu. Su presencia en el estadio del eterno rival con la selección española había despertado expectación sobre el recibimiento que tendría del público, pero la mayoría de niños que se encontraban en la grada trataron al catalán con el mismo entusiasmo que al resto del equipo.
España se entrenó a puerta abierta en el recinto madridista a última hora del viernes para preparar el partido de este sábado ante Italia en el que se juega su clasificación para el Mundial de Rusia 2018. Piqué le dio emoción a su salida al ser el último en pisar el césped. El resto de compañeros ya se encontraban en el centro del campo atendiendo a Julen Lopetegui y, en ese momento, el público gritaba de alegría por ver a sus ídolos. Piqué entró al campo, mientras resonaba este griterío.
Ya durante la sesión, Piqué fue uno más mientras el equipo realizaba ejercicios muy amenos, centrados en los centros y disparos a portería. Los goles de David Villa fueron algunas de las acciones más coreadas.
Invitados por la Federación
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Los aficionados presentes en el entrenamiento acudieron con una invitación de la Federación. La mayoría eran niños de colegios o escuelas de fútbol. Un público agradecido e inocente. La prueba para Gerard Piqué será esta noche en el partido cuando puedan reunirse aficionados madridistas, si bien tanto los compañeros como el propio Julen Lopetegui esperan que los seguidores animen a Piqué igual que el resto.