Corría el minuto 56 de partido cuando ni Velasco Carballo ni su asistente vieron un claro fuera de juego de Aduriz. La jugada siguió y acabó en saque de esquina a favor del Athletic. Inmediatamente, Gerard Piqué se fue hacia el asistente para protestarle la jugada. Velasco también fue hacia allí y se puso la mano en el bolsillo para sacarla la tarjeta. Pero cuando todo el mundo pensaba que le enseñaría la amarilla por protestar, el colegiado madrileño le mostró la roja directa. De nada sirvieron las protestas posteriores de sus compañeros, y Piqué se tuvo que ir al vestuario.
Se esperaba con ansia qué pondría Velasco en el acta del partido. Antes de que se hiciese pública, ya se filtró que lo que le había dicho Piqué al asistente había sido "me cago en tu puta madre". Sergio Busquets, en declaraciones a los periodistas, matizó que en el vestuario el central había explicado que solo había exclamado: "¡La puta!".