El Athletic volvió a adelantarse en el marcador antes de que finalizara la primera parte de la prórroga del partido que le enfrentó al FC Barcelona en los octavos de final de la Copa del Rey gracias a un penalti señalado por unas manos de Jordi Alba en el área.
La pena máxima, que lanzó con éxito Muniain, fue consecuencia de una acción desafortunada. Un centro de Nico Williams fue desviado con el brazo por el lateral blaugrana. Corría el minuto 105 de la prórroga.
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En un primer momento el colegiado dejó seguir la jugada, pero la jugada no pasó desapercibida para el árbitro que estaba en la sala del VAR, González González. A instancias suyas el colegiado del encuentro, Munuera Montero, fue a examinar la jugada en la pantalla situada sobre el césped. El árbitro andaluz no dudó en rectificar y señalar la pena máxima.Jordi Alba protestó la decisión y eso le costó una amarilla.