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El PSG comenzó fuerte en la cumbre de París. El director deportivo del club parisino, Leonardo, reconoció que estaban en disposición de vender a Neymar, pero que la tasación del futbolista estaba por encima de los 200 millones de euros. Y su primera propuesta fue cerrar la operación con un canje de jugadores más dinero. El PSG quería a Coutinho, Semedo, a un tercer jugador a elegir entre una lista que presentase el Barça y que llegaría como cedido, y 100 millones de euros. Una propuesta que, evidentemente, el Barça rechazó de plano.
El club blaugrana interpretó este primer movimiento negociador casi como una invitación a desistir de las negociaciones, pero las conversaciones fueron fluyendo hacia términos más accesibles para el club blaugrana. La postura de máximos del PSG fue cediendo, sobre todo, porque el club parisino tiene claro que Neymar se ha convertido en un problemón y debe salir sí o sí del club en los próximos días.
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El Barça se negó y se niega a incluir a Semedo en cualquier negociación y ya están sobre la mesa otras opciones que cuadrarían más para los dos equipos. Las negociaciones se fueron reconduciendo durante el día.