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La paz firmada este mismo viernes en el Valencia puede abrir a Rafinha las puertas del conjunto che, una opción que parecía cerrada por las fuertes desaveniencias entre el dueño de la entidad, Peter Lim y su director general, Mateu Alemany.
El ejecutivo era partidario de atender a la petición del técnico, Marcelino, que había señalado como prioritario el fichaje de Rafinha.
Lim era contrario a esta operación, porque consideraba que la llegada del blaugrana barraría el paso a Kang In Lee, un prometedor mediapunta surcoreano al que incorporó el pasado verano para ganar peso en el mercado asiático.
El 'caso Rafinha' solo era uno de los muchos focos de desencuentro entre la persidencia de la entidad che y su dirección.
Con la amenaza de dimisión de Alemany encima de la mesa, a la que hubiera seguido la del técnico, Marcelino. El presidente, Anil Murthy promovió una reunión en Singapur con Lim y el propio Alemany para limar asperezas.
Después de seis horas de reunión parece que ha habido fumata blanca y eso puede encallar la negociación por Rafinha.
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Lim y Alemany han limado asperezas y una de ellas puede ser la contratación del aún futbolista del Barça.