El Barça tiene importantes desafíos por delante en el terreno comercial y el más importante de todos es dar con un director para este departamento. Tras la salida de Xavier Asensi, la no entrada de Cinto Ajram y la dimisión de Jordi Camps en septiembre, el club no está consiguiendo encontrar un reemplazo óptimo.
La empresa de 'headhunting' a la que han encomendado la búsqueda ya ha tanteado a algunos profesionales del sector en España, y la respuesta ha sido la misma: “No, gracias”. Sin grandes activos, la única carta que tiene el club para jugar es su marca. Pero el tiempo aprieta, y no ya porque antes de marzo debería encontrar un patrocinador principal para la camiseta.
En ese capítulo, les avanzo que el Barça no logrará los 55 millones que aspira a recuperar de lo que consiguió con Rakuten en 2015. Ni están Messi ni Neymar, ni la evolución de la inversión en patrocinio hace pensar que sea posible, a no ser que se opte por una marca procedente de un país de dudosa reputación o con negocios difíciles de comprender.
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Ese problema llegará, pero el más inmediato son esos 25 millones de nuevos contratos que están en presupuesto de 2021-2022. Un "reto", dijo la comisión económica. Un desafío.