El Barça, que funciona a golpe de modas lingüísticas, ha conseguido que el término "palanca" haya dado la vuelta al mundo. Arrastrados por la euforia, más de uno se ha pensado que la votación de la pasada Asamblea dará pie a una oleada de fichajes como si nos hubiera tocado la lotería.
Esperemos que el club no se contagie de este espíritu "fichador". Porque si efectivamente vienen todos los nombres que hay encima de la mesa (Lewandowski, Koundé, Azpilicueta y un largo etcétera), ya podemos a empezar a sufrir por los Ansu, Gavi, Nico o Pedri. La cantera siempre es la primera damnificada de las euforias del mercado. Solo hace falta ver lo que ha sucedido los últimos años.