Pablo Torre sumó su séptima participación con la selección sub-19 -se le va a quedar pequeña en muy poco tiempo-, la primera desde que se hizo oficial su fichaje por el Barça. No fue un partido fácil para el cántabro, los rivales ya le conocen, le marcan y le entran fuerte, como en una acción del austríaco Omic que pudo ser algo más que una amarilla. “Pues se va a tener que acostumbrar”, dijo, resignado, Santi Denia.
El seleccionador sub-19, a pregunta de SPORT, argumentó que “Pablo es determinante. Nosotros jugamos rápido para encontrar esas posiciones donde puede ser definitivo. Su juego, profundidad, su remate... es muy completo”.
Maite y Esteban, los padres de Pablo, junto a Pedro Herrera y Eduardo García, en la tribuna del Camilo Cano
| David RamírezEn el diluvio universal, volvió a mostrar detalles de su gran calidad pese a las dificultades. Desde la mediapunta en un 4-2-3-1, pero escorándose a la izquierda, donde le gusta jugar a pierna cambiada, giró, como es marca de la casa, pero Zúñiga no pudo aprovechar un pase que era medio gol. También llevó mucho peligro en los córners, cerraditos y con gran intención.
Todo ello bajo la atenta mirada de sus padres. Esteban, exjugador del Racing, y Maite, que jugó a balonmano en la élite. Siempre discretos y en un segundo plano, en la fila más alta de la grada, sufriendo y celebrando los goles de la Rojita. Les acompañaron Pedro Herrera -padre del futbolista del PSG Ander Herrera, amigo personal y colaborador de Arturo Canales, y Eduardo García, uno de sus agentes. La madurez y responsabilidad de Pablo se explica en cómo ha ido dirigiendo su entorno su carrera.
Pleno de scoutings
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No solo Pablo concentró la atención, se acreditaron hasta 150 agentes y scoutings para el partido, hay muchísimo talento en las filas de la sub-19, pero sin duda, el de Pablo Torre es diferencial.