Se acabó el culebrón. La final de la Copa del Rey entre el Barcelona y el Alavés se disputará el próximo 27 de mayo en el Vicente Calderón de Madrid. El Atlético de Madrid había solicitado la final como el último encuentro de la historia del estadio y la Federación se lo ha concedido, con el OK de los dos finalistas, que ven bien el escenario. La afición colchonera no veía con buenos ojos esta final en su estadio, pero el club no se ha echado atrás y la Federación ha querido cerrar cualquier debate con un comunicado oficial.
Tanto Barça como Alavés habían pedido un campo neutral con la mayor capacidad posible. Se tanteó el Bernabéu, pero el Madrid se negó a ceder el estadio al aducir unas supuestas obras, mientras que el Alavés pidió oficialmente San Mamés, pero el Athletic también echó atrás la propuesta por un concierto fijado para estas fechas.
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El Calderón era casi la única opción, ya que el Alavés no quería jugar en el Camp Nou. Las otras dos opciones que barajó la Federación fueron el Estadio de La Cartuja y el Benito Villamarín en Sevilla. El Ayuntamiento de Sevilla quería albergar este partido, pero la Federación ya se había comprometido con el Atlético y Barça y Alavés lo ven como un escenario ideal.