Se abre el debate. ¿De qué lado está usted, del de jubilar a Piqué o del de hacerle caso y creer que la temporada que viene va a volver a demostrar su calidad?
Y en este caso, ¿cuál debería ser su rol dentro del equipo? Llegó la hora de Gerard, pero ¿exactamente de qué? ¿Qué pasó con otras leyendas como Puyol, Xavi o Iniesta, en su última temporada como azulgranas?
La realidad
Antes de entrar en la discusión quizá sería bueno explicar que sea cual sea su decisión —la de usted—, la de Gerard Piqué ya está tomada y, también, asumida por el club: se queda. Contractualmente tiene firmados dos años más y física y emocionalmente, se siente con ganas de continuar.
Sin embargo, Xavi Hernández le habló claro. Por primera vez en 18 años de profesional tuvo que oír, de la boca de su entrenador, el fatídico “hasta aquí hemos llegado”. Duro, muy duro para un campeón como él, alguien que ha levantado nueve Ligas, siete Copas, una Copa de la Liga, siete Supercopas, cuatro Ligas de Campeones, tres Supercopas de Europa y tres Mundiales de Clubs, además de un Mundial y una Eurocopa, con España. 36 títulos y 756 partidos oficiales como profesional. Leyenda.
A Piqué le van los retos y visto lo visto, cuanto más complicados, mejor. Piqué sigue, pero...
Sin aviso previo
El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, también habló con él. Le riñó y le dio cariño. Sobra el ruido y, a la vez, se valora al futbolista y a la persona. Piqué ha prometido evitar lo primero y potenciar lo segundo. Veremos. El futuro es incierto porque nadie sabe hoy lo que va a suceder mañana con las famosas palancas económicas que la asamblea autorizó a ejecutar en la reunión del pasado jueves.
Si la Junta las activa y elimina los fondos negativos el Barça podrá fichar en igualdad de condiciones respecto a sus competidores. ¿Se imaginan por ejemplo a Jules Koundé, el excelente central francés del Sevilla de 23 años, vestido de azulgrana?
Un nuevo escenario si, además, como parece, también está fichado el danés del Chelsea, Andreas Christensen, de 26. ¿Pero qué pasaría si al Barça no le alcanza para ponerse económicamente a cero? Pues, deportivamente, otro panorama muy diferente.
Si situamos el balón en el centro de la discusión encontraremos un motivo relevante que ayuda a comprender la decisión de Piqué sobre su continuidad en el equipo: no hay datos objetivos para visualizar su retirada. Durante la liga pasada —nos centramos en esta competición por considerar que es la que permite valorar el rendimiento continuado de un futbolista— Piqué fue el séptimo jugador más utilizado de toda la plantilla y el segundo defensa central, tras Ronald Araujo —con solamente 174 minutos más—.
El 3 azulgrana, a pesar de sus 35 años, ha cerrado la Liga por delante de Eric (+53’), Mingueza (+1.205’), Lenglet (+1.280’) y Umtiti (+2.006), los otros centrales del equipo. Y eso que en el tramo final se vio afectado por la lesión del abductor. Piqué se siente fuerte. Entonces, ¿para qué abandonar cuando uno se siente casi imprescindible?
El caso Puyol
Carles Puyol se retiró al final de la temporada 2013-14. Tenía 36 años. Fue el primer adiós de una de las leyendas del mejor Barça de la historia. Los problemas en su rodilla derecha lo condenaron a un año terrible, con apenas cinco partidos de Liga y 12, en todas las competiciones.
Solo el holandés Afellay y los jóvenes Tello, Sergi Roberto, Jonathan, Adama y Dongou jugaron menos minutos. En su ausencia, Mascherano y Piqué jugaron como titulares indiscutibles mientras que Bartra y Song, taparon agujeros.
No hubo otra salida. El gran capitán dijo adiós en una temporada gris en la que el equipo de Gerardo Martino apenas ganó la Supercopa de España —contra el Atlético—. Atrás quedaron 21 títulos y 593 partidos en 15 temporadas de azulgrana. Leyenda.
Tras él, Xavi
Un año después se marchó Xavi Hernández, pero las circunstancias fueron absolutamente diferentes. El centrocampista de Terrassa, que entonces tenía 34 años, entendió el mensaje de su entrenador, Luis Enrique Martínez, convencido de la necesidad de un primer cambio de piezas.
Xavi fue el 12º jugador más utilizado y, además —en un mensaje definitivo— vio como en la final de la Champions de Berlín ante la Juventus el centro del campo estaba formado por Sergio, Rakitic e Iniesta. Xavi jugó aquella temporada 44 partidos, pero solo 21 como titular además de diez convocatorias en las que se quedó en el banquillo sin intervenir.
767 partidos en el Barça, 17 temporadas en el Camp Nou y 25 títulos después, Xavi suplente. Fue tan duro que se le hizo insoportable. Cerró el año levantando un triplete y fichando por el Al-Sadd catarí donde todavía jugó cuatro temporadas más sumando cuatro nuevos campeonatos a su palmarés. Leyenda.
Iniesta, el tercero
Al final de la temporada 2017-2018 se marchó Andrés Iniesta, con 33 años y tras 16 ejercicios, 674 partidos y 32 títulos vestido de azulgrana. Antes de irse levantó como capitán la Liga y la Copa con Ernesto Valverde en el banquillo, pero, también, tras vivir la catástrofe de Roma en la Copa de Europa y asistir a la decimotercera del Real Madrid en Kiev, ante el Liverpool.
Iniesta jugó mucho, tanto como 44 partidos, pero en la Liga fue el jugador número 11 con más minutos, eterno substituido, superado por otros dos interiores como Rakitic —que jugó 999 minutos más— y Paulinho —108’, más—. Otro ganador con dolores de barriga.
Su mentalidad, como la de su amigo Xavi, no daba para no ser protagonista. El futbolista manchego no quiso ser un problema y desapareció. Partió hacia Japón para jugar en el Vissel Kobe donde hoy, con 38 años, todavía exhibe su gran talento.
El futuro de Piqué
Gerard, como se ha visto, no ha tenido los avisos físicos de Puyol o los deportivos de Xavi e Iniesta. Más allá de su DNI —nadie que no se haya cuidado podría soportar 18 temporadas al máximo nivel—, su lesión en el abductor podría estar lista antes de empezar la nueva temporada y, como se ha escrito, hoy por hoy huele a titular.
Pero hay una cosa más que no deberíamos olvidar: en la cabeza de Xavi hay un Barça de presente pero también de futuro, un equipo con energía capaz de revertir una dinámica negativa que solo suma un título —la Copa de Koeman, en abril de 2022, 4-0 ante el Athletic—, en tres temporadas, un Barcelona con nuevas caras y nuevos liderazgos, con jóvenes que tengan hambre de títulos y que sueñen con emular a sus ídolos Puyol, Xavi e Iniesta. ¿Cabe Piqué en este Barça? Él cree que sí. Laporta, también, si se centra en el balón. Le encantó el reto que el jugador le lanzó en la última conversación que mantuvieron: “Tráeme al mejor central del mundo y lo convertiré en suplente”.Xavi conoce bien a Piqué. Fue su compañero y sabe de su calidad y de su mentalidad como futbolista, pero, también, de sus necesidades y hábitos vitales. Al entrenador, ahora, le toca esperar atento a cualquier novedad que pueda llegar desde los despachos y que afecte al futuro de su veterano jugador, por otra parte, en duda también sobre su capacidad para ejercer un liderazgo en el vestuario que promueva orden, disciplina y rigor, elementos fundamentales en la construcción de un equipo campeón, o un rol desde la suplencia que ayude a la cohesión del grupo y sirva de apoyo al entrenador. También Piqué deberá superar este examen...
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