Javier Mascherano aún no está de vacaciones. El Jefecito se está recuperando de una lesión que sufrió en la final de la Copa del Rey del pasado 27 de mayo. Una lesión que le impidió jugar la final al caer tendido en el minuto 8 tras sufrir un fuerte encontronazo con Llorente que además le abrió una brecha en la cabeza. Unas horas después se le realizaba una resonancia magnética en la Clínica Creu Blanca donde se le diagnosticaba “una lesión en la cápsula postexterna de la rodilla derecha” y con un pronóstico de “unas seis semanas de baja”.
Pues bien, dos semanas después, el internacional argentino está a punto de empezar la segunda fase de rehabilitación. Tras haber estado quince días prácticamente inmovilizado de su rodilla derecha y haciendo exclusivamente trabajo de fisioterapia, Mascherano empezará a hacer a partir de este lunes trabajo de campo de forma paulatina con la ayuda del recuperador Juanjo Brau.
En teoría serán dos semanas de intenso trabajo donde combinará las sesiones de carrera continua con trabajo de campo con el fin de ir fortaleciendo la rodilla dañada. Después de esta fase, el jugador podría ya viajar a Argentina para acabar su rehabilitación, pensando además de que el 30 de junio tiene una cita ineludible con la boda de su amigo Leo Messi en Rosario.
El objetivo prioritario es que Mascherano llegue al 12 de julio, fecha que Ernesto Valverde ha dado el OK para empezar la pretemporada, con el alta médica bajo el brazo para poder empezar en igualdad de condiciones con el resto de compañeros.
En todo caso, el internacional argentino, que cumplió el pasado jueves 33 años, podría estar planteándose la posibilidad de buscar una salida, consciente que cada año las posibilidades de jugar en el Barcelona son más pequeñas y que su peso en el equipo cada vez es menor.
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Hay que recordar que Mascherano tiene contrato con el FC Barcelona hasta el próximo 30 de junio del 2019, es decir, dos temporadas más vistiendo la camiseta blaugrana.