Marlon Santos quedó excluído de la relación de convocados para el partido frente al Hércules por un problema burocrático que se detectó a última hora. El central brasileño tenía todos los números para desplazarse con la primera plantilla, aunque desde la federación se advirtió del incumplimiento de una norma que podría tener graves consecuencias en el caso que Luis Enrique hiciera jugar al defensa.
La clave del caso Marlon radica en uno de los puntos del reglamento de la RFEF: "Los futbolistas inscritos en el club filial o equipo dependiente, solo podrán alinearse en equipos distintos al que lo inscribió, si su inscripción por el club filial o equipo dependiente, se realizó dentro de los periodos de inscripción de futbolistas del equipo por el que se fuera a alinear".
En el caso de Marlon se contempla una situación anómala. El Barça sí inscribió al futbolista antes del 31 de agosto, aunque lo cierto es que la tramitación de la ficha quedaba pendiente de varios documentos que estaban en situación de trámite. La rúbrica de todo el papeleo fue posterior a la fecha límite estipulada.
Lo ridículo del caso es que Marlon no vulnera la normativa de la UEFA y sí ha debutado en la Champions y hace solo una semana, con Piqué renqueante sobre el césped de Anoeta, a punto estuvo de saltar al campo. Una situación que hubiera podido tener graves consecuencias.
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Desde el entorno del futbolista se aseguró que nadie del FC Barcelona les había informado de ninguna irregularidad y de posibles problemas burocráticos.