La situación de Aleix Vidal en el FC Barcelona empieza a resultar muy incómoda. El jugador empieza a intuir que puede repetirse la historia de la temporada pasada cuando no partició en los dos últimos meses de competción y no está por la labor de quedarse dos temporadas prácticamente en blanco. El futbolista encaró su descarte ante el Celtic con entereza, pero el segundo mazazo recibido al verse fuera de la lista frente al Leganés y comprobar durante el partido que Rafinha era el lateral derecho ocasional le dolió especialmente.
Aleix se está planteando una solución que podría pasar por una salida en el merado de invierno, ya sea en forma de cesión o traspaso. El jugador había aparcado por ahora esta posibilidad, pese a que equipos importantes como el Inter o Nápoles, están tras sus pasos. Vidal habló con Luis Enrique esta semana, pero la conversación no fue fructífera, como se vio con su descarte para el duelo en Butarque.
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De continuar fuera de la lista de forma constante, Robert Fernández tendrá que valorar las vías para dar salida al futbolista. La opción más factible podría ser la cesión -Aleix tiene contrato hasta el 2020- y en junio abordar de nuevo su caso.