El delantero gaditano se reivindicó a lo grande este sábado ganando a su ex equipo en el Camp Nou. Su rapidez y explosividad llevaron de cabeza a la zaga azulgrana. Y su pase de tacón a Larrivey en la jugada del 0-1 fue la guinda de su buena actuación.
Nolito, de 27 años, pudo haber formado parte en el pasado del Barça de Pep Guardiola. No en vano, jugó tres temporadas en el filial azulgrana, al que llegó en 2008 procedente del Écija, y en el que dejó huella tras lograr el ascenso a Segunda A a las órdenes de Luis Enrique. El técnico de Santpedor seguía atentamente sus evoluciones como extremo, y llegó a hacerle debutar con el primer equipo en octubre de 2010, en un duelo liguero ante el Mallorca. Pero, viendo el potencial ofensivo de los Messi, Pedro y compañía, Nolito optó por hacer las maletas y probar fortuna en el Benfica.
Su estancia en Portugal duró apenas una temporada y media, en las que marcó un total de 12 goles. A mediados de la segunda, fue cedido al Granada. Y desde ahí, en 2013, dio el salto al Celta, donde se reencontró con Luis Enrique.
En Balaídos encontró la estabilidad y, ya en su primera campaña, con el asturiano al frente, logró 14 tantos en 33 partidos. Una consagración que ha tenido continuidad esta campaña, en la que ya suma cinco dianas, con una media de una cada dos partidos. Tantas como el madridista Benzema. Y sólo dos menos que Messi.
Nolito nunca ha ocultado sus simpatías por el club azulgrana -"siempre he sido y soy del Barça", afirmó nada más llegar al Granada-. Y, más recientemente aún, dejó abierta la posibilidad de regresar algún día al Camp Nou. Fue cuando, el pasado mes de mayo, se le preguntó si sabía algo del posible fichaje de Luis Enrique por el Barça: "A mí, si me llamara el Barça, no le diría que no. Si me llamaran y pudiera ir, iría", declaró.
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Ello no le impidió disfrutar como un niño con el triunfo del Celta el pasado sábado. Una alegría que expresó con su gracia característica: "El Barça pudo ganarnos, tuvimos suerte. Estoy muy contento. Nuestro entrenador (Berizzo) estaba contento, no cabía por la puerta. No veo al Barça por debajo del año pasado, nos pudieron meter cinco. Pero hemos aguantado bien y nuestro portero Sergio paró hasta los taxis", dijo a Canal+.