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El futuro de Munir no está nada claro. De hecho, a día de hoy es un poco más complicado que hace solo una semana. El Barça estaba esperanzado que el delantero cedido la pasada temporada al Valencia aceptara la opción de traspaso al Zenit ruso. El club ingresaba un jugoso traspaso –algo menos de 20 millones de euros– y solventaba una de las salidas que la dirección deportiva tiene pendientes por resolver una vez iniciado el mes de julio.
No ha sido posible. Desde el primer día, Munir fue franco y expresó sus reticencias a emprender una nueva aventura en el fútbol ruso. Tras su experiencia en un Valencia convulso, el jugador prioriza un club tranquilo y con un técnico que en todo momento le muestre su confianza. En este sentido, ni la llamada de Mancini –flamante técnico del Zenit– ni la promesa de un jugoso contrato han hecho que el futbolista cambie de opinión.
El Barça, a la expectativa
En las oficinas de Can Barça al menos queda un consuelo, ya que el club es consciente que el jugador todavía conserva un enorme cartel en el mercado internacional. La lista de pretendientes es interminable, abarca clubs de toda Europa y algunos de ellos incluso con solvencia económica y capacidad para afrontar un traspaso económico cercano a las exigencias del Barça.
El problema es que Munir ahora no tiene ninguna prisa. El delantero y sus agentes siguen recopilando propuestas a la espera de escoger la mejor opción.
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En principio, el mercado italiano parece ganar terreno. Munir manejaría un par de ofertas concretas del 'calcio' que colmarían sus pretensiones. Inglaterra, Portugal y Alemania también pujarían por sus servicios. El jugador prefiere esperar y arrancar la pretemporada con el primer equipo del Barça. El día 12 tiene asumido que estará bajo las órdenes de Ernesto Valverde.