El encuentro entre el Celta y el FC Barcelona, además de dejar tres goles (1-2) y la repetición de un penalti, finalizó con seis tarjetas amarillas, mostradas por el juez de la contienda, el canario Juan Luis Pulido Santana.
Mostró las dos primeras en el primer tiempo, a Allende y Christensen, por faltas a Pedri y Aspas, respectivamente, y las cuatro últimas en el tiempo agregado de la segunda mitad por este orden: De Jong, Ter Stegen, Larsen e Iñigo Martínez.
Las amarillas a los jugadores del Barça fueron por encararse a un rival sin llegar al insulto ni a la amenaza, en el caso de De Jong y Ter Stegen, y por disputar un balón con el brazo a Iñigo Martínez ante Aspas.
La curiosa fue la que le mostró al noruego Jorgen Strand Larsen. Así lo explicó Pulido Santana en el acta: "Por dar una patada a una nevera portátil dentro de su área técnica, en señal de protesta".
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La acción tuvo lugar después de que el árbitro hiciera repetir el penalti a Lewandowski por adelantarse el guardameta Guaita. Larsen, que estaba en el banquillo desde el minuto 85 al ser reemplazado por Anastasios Douvikas, reaccionó dando un puntapié a la nevera portátil.