Con un ojo en la calculadora y otro en el puzle del límite salarial, el club busca refuerzos. El socio se devana los sesos y el último cromo es Álvaro Morata.
Para algunos, subidón. Para otros, bajón. La pregunta es ¿hay que comparar a Morata con los mejores mejores delanteros del mundo o con los que realmente se pueden fichar en este mercado?