Óscar Mingueza se encuentra concentrado con la selección española sub-21 para disputar la fase final del Europeo que empieza este lunes. Los de Luís de la Fuente se enfrentarán a Croacia esta tarde a las 18:00 en cuartos de final. El defensa azulgrana podrá volver a jugar después de perderse el tercer encuentro de la fase de grupos por la expulsión ante Italia.
En una entrevista concedida a Marca, Mingueza analizó su primer año en el primer equipo del Barça, la ayuda que le han brindado tanto compañeros como entrenadores y su presencia en la selección, entre otras cosas.
Debut y consolidación en el primer equipo
El de Santa Perpètua de Mogoda, achaca a la experiencia y al apoyo de compañeros y entrenadores su buena adaptación al primer equipo azulgrana. A la pregunta de como soporta la presión, ha explicado que: "Con experiencia. He tenido la suerte de que mis compañeros del primer equipo me han ayudado mucho, no he llegado a sentir una presión que me agobiara, que dificultara mi juego. He estado bien, tranquilo, no he notado esa presión que no es buena, pero tengo que agradecer a mis compañeros y a los entrenadores que han hecho esto posible porque me han ayudado mucho".
De empezar el año con el filial en Segunda B a disputar 39 encuentros bajo las órdenes de Ronald Koeman. Un año que le ha cambiado la vida pero que define como: "Tampoco ha habido mucho cambio respecto al día a día. Por la calle sí que la gente me para y dicen cosas del Barça. Me animan. Pero sigo haciendo lo mismo con mi familia, mi pareja, con mis perras, con mis amigos... No ha cambiado nada en eso".
Muy contento con la oportunidad y lo que está viviendo, sabe que son cosas del fútbol: "Estaba en el b y sabía que podía tener una oportunidad a pesar de que era difícil. Si no confiara en la oportunidad de poder jugar en el primer equipo no hubiera jugado todos estos años en el Barcelona y no hubiese hecho el esfuerzo que he hecho. Ahora ya es una realidad y es mi día a día. Estoy muy contento".
Polivalente
A Mingueza le hemos visto recurrentemente actuar como comodín. Si faltaba un central, él estaba disponible, un lateral, también, e incluso ha actuado como carrilero. Una vez finalizado el curso, afirma que ya se ha acostumbrado: "De pequeño jugaba de lateral pero luego, muchos años de central. También jugué de seis, pero estoy más acostumbrado de central. Al principio de temporada estaba más cómodo de central, pero ya estoy acostumbrado y me gustan las dos. Del lateral me gusta más la parte de atacar, pero a la hora de defender estoy cómodo en los balones a la espalda contra el delantero. Me gustan esas acciones".
Fase de ascenso a Segunda
Bajó para lograr en ansiado ascenso de sus excompañeros en el B, pero al final no pudo ser. "Bajé para ayudar, estaban mis amigos. Me hacía ilusión por el club y porque mis amigos pudieran jugar en Segunda A, pero no fue posible. Me dolió más por ellos que por mí, porque al final se jugaban su futuro. Podían estar en Segunda en el Barça y me hacía mucha ilusión que pudieran estar allí. Luego no sé qué harán, pero me supo mal por esa parte."
La 'Rojita' y el desafío
España llega como una de las favoritas. El reto es mayúsculo, ya que el nivel mostrado por los otros combinados también es muy alto, pero el azulgrana afirma que se afronta con ganas e ilusión: "Teníamos muchas ganas de volver a la Selección tras el parón entre la fase de grupos y la fase final. Estamos cerca de las vacaciones, pero queremos terminar bien".
La expulsión frente a Italia
Como hemos comentado, Mingueza no pudo disputar el tercer y último encuentro de la fase de grupos por una dudosa expulsión: "Se vio que fue muy injusta. Entiendo que el árbitro no la viese en directo, que el de Italiano se la colara, pero lo reclamamos y una imagen tan obvia tuvo que haber cambiado las cosas. Pero si no quisieron hacerlo será por algo y ya está. No se puede hacer más y estoy centrado en lo que viene, con muchas ganas".
Sobre la acción, explicó lo sucedido: "Tenía mucha rabia dentro porque no me pareció justa. Al principio me decían que si me había vuelto loco, pero sabía que no había hecho nada. Estaba en el suelo, me dieron un golpe y me levanté un poco caliente. Sabía que no iba a hacer nada, sólo un poco de encararse. Me pegó él un cabezazo en la nariz y vi que se tiraba, pensé que el árbitro no se la comía. Pasó todo muy rápido y puede ser que el árbitro se equivoque, no le culpo. Pero la decisión de sancionarme un partido es algo que se puede valorar con tiempo, se pueden ver las imágenes y lo reclamamos. Ahora estoy tranquilo y allá ellos si pueden estar tranquilos o no
Mucho fútbol para salir campeones
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Analizando como llegan a la cita, Mingueza apuntó que: "No es sólo la defensa, también los medios, los delanteros, que hacen una buena presión. Tenemos muy metida en la cabeza la presión tras pérdida, la presión desde arriba, cuando no podemos presionar estar todos muy juntos. Es algo que trabajamos todos y en lo que aportamos todos. Así se ha visto en los últimos partidos".