La decisión de Del Cerro Grande de mostrar la segunda tarjeta amarilla a Lenglet ha provocado el enfado general de la plantilla del Barça.
El conjunto azulgrana se ha quedado con diez jugadores en la recta final de la primera mitad y Piqué ha sido el jugador más beligerante con la decisión del colegiado. El central se ha puesto las manos en la cabeza y en la cara. No se lo podía creer.
La expulsión ha sido muy rigurosa. Y el descanso no ha hecho que a los jugadores del Barça se les pasar el enfado. Es más justo antes de volver al césped, minutos antes de comenzar la segunda mitad, Piqué, Messi y Koeman han estado conversando con Del Cerro Grande.
Messi se las ha tenido con el colegiado, sobre todo cuando Del Cerro ha tocado al argentino. Una iniciativa que no le ha gustado al argentino. La cosa no ha pasado a mayores y la segunda mitad ha empezado sin consecuencias.
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Los nervios se han calmado un poco con el paso de los minutos. Y sobre todo tras el segundo gol del equipo. Lo ha marcado Messi, mientras que Ansu Fati lo había hecho en la primera mitad.