El gesto de Quique Sánchez Flores hacía Messi después del derbi en el Camp Nou ha abierto la caja de los truenos en algún sector de la afición españolista por considerarlo impropio de un entrenador del equipo rival y máximo rival de la ciudad.
El técnico saltó al terreno de juego una vez concluyó al partido para ir a buscar a Leo Messi, con quien se abrazó. El técnico y el jugador azulgrana mantienen una buena relación desde hace tiempo y el gesto fue una consecuencia de esta buena sintonía. El técnico, además, luego le ensalzó públicamente en la rueda de prensa posterior al encuentro destacando su honestidad en el terreno de juego e incluso explicó que durante la conversación que mantuvo con él al final del partido le pidió la camiseta para su hijo.
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El entrenador españolista ha sido objeto de críticas en las redes sociales por este gesto pues no se considera adecuado rendir pleitesía a un jugador que pertenece al principal adversario del Espanyol.