Leo tiene orgullo y no se plantea volver al Barça. Se fue en contra de su voluntad y aguantará en París aunque su vida no sea feliz ni cómoda.
Su objetivo es ganar la Champions con el PSG y llegar en forma al Mundial de Catar. Está mentalizado para pasar una temporada dura con la ilusión de que los éxitos deportivos compensen su sacrificio.