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Leo Messi es uno de los futbolistas más afectados por la eliminación en la Champions League. En el entrenamiento de ayer se le vio cabizbajo, repitiendo esa pose semiflexionada que tanto preocupa a la hinchada blaugrana. El capitán se parapetó al lado de su técnico, Ernesto Valverde, y se mostró ausente. Ni siquiera participó del tradicional ‘pasillo de collejas’ con que concluyen los rondos, viendo desde lejos cómo sus compañeros ‘felicitaban’ a Rakitic y Boateng, los perdedores de ejercicio.
La visita del Getafe al Camp Nou debe servir para iniciar la reconciliación con la afición y para que Messi encuentre consuelo sellando la sexta Bota de Oro de su carrera. El ‘10’ tiene la oportunidad de ampliar su ventaja de cuatro goles con Kylian Mbappé, que ayer cumplió su tercer y último partido de sanción, y de nueve con Fabio Quagliarella, que tiene un partido más que Leo por delante. Jugar de titular y ver puerta sería la mejor manera de superar el varapalo que ha supuesto el inesperado KO europeo.