Leo Messi tiene muchas, infinitas cualidades futbolísticas. La defensa, sin embargo, no es una de las que más domina. O eso se supone por su demarcación en el campo y por sus otras habilidades. Pero quien sabe si, llegado el momento, el argentino sería capaz de defender a grandes atacantes.
Algunas veces, cuando la situación lo ha requerido, ha ayudado a su equipo a defender como el que más. Muchos goles del Barça son producto de una buena presión del 10 y de sus compañeros de ataque. Además, el Camp Nou aún recuerda aquel sprint de 60 metros de Messi para robarle el balón a Agüero. El estadio se levantó y coreó su nombre.
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No obstante, hay veces que más que correr, saltar o lanzarse al suelo, basta con ser inteligente y ver el fútbol un segundo antes que el resto. Algo que, por otro lado, es muy complicado. El rondo del entrenamiento del Barça es la prueba de ello. Mientras sus dos compañeros presionaban como locos para robar el balón, el se limitó a ocupar la línea de pase que ambos dejaban libre para salir del rondo antes que ninguno.