Ernesto Valverde quiere recuperar a toda costa al Coutinho que nos enamoró la temporada pasada y que va camino dehacerlo en la presente. Oportunidades se las está dando su técnico, porque el brasileño viene gozando de la titularidad día sí y día también.
Ante el Sevilla,en la vuelta de los cuartos de final de la Copa del Rey, el desafío era mayúsculo, pues se trataba de remontar un 2-0 en contra ante uno de los rivales más fieros del panorama. Y Coutinho, esta vez, supo estar a la altura de la exigencia requerida.
Messi, generoso
No pudo empezar mejor la contienda para él ya que a los doce minutos se asoció en una baldosa con Messi en una jugada que terminó en pena máxima a favor del Barça. Leo, tan generoso como siempre, y sabiendo que Coutinho necesitaba crecer en autoestima, se lo dejó lanzar. Y el disparo de 'Cou' acabó en gol, el que abría la lata de la remontada.
Incrustrado en la zona izquierda de la medular, pero sin llegar a ejercer de extremo (de eso se encargaba Alba), Coutinho jugó por dentro para buscar la asociación con sus compañeros. Tuvo que luchar contra uno de los mejores hombres del Sevilla, Promes, y no siempre pudo con él, más fuerte y decidido en los balones divididos.
Sabedor de cuál era su papel, ayudó en fases defensivas cuando era preciso (cometió una falta al borde del área muy peligrosa) y se desfondó en actuaciones ofensivas, desmarcándose, creando líneas de pase y ofreciéndose siempre.
Así llegó el premio de tercer gol del Barça, el segundo en su casillero. En el vértice del área del Sevilla, centró Luis Suárez y el brasileño, llegando desde atrás, al más puro estilo de delantero centro, se adelantó al capitán Carriço y lanzándose en plancha logró batir al portero Soriano. Doblete de Coutinho que le vendrá como anillo al dedo para recuperar, y mantener, su mejor versión.
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Agotado por el trabajo realizado, Valverde le sustituyó a los 80 minutos por Semedo, pasando Sergi Roberto a ocupar su posición.