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Messi apuntó que iba para supercrack en el Gamper'05

Solo tenía 18 años y humilló con su descaro a futbolistas veteranos de la Juventus como Vieira o Fabio Cannavaro

Ivan San Antonio

El Gamper tiene casi medio siglo de historia, pero, desde hace seis, cada vez que se acercan los últimos días de agosto, hay que retrotraerse al año 2005. En concreto, al 24 de agosto. Aquel día el Camp Nou conoció, por primera vez, al mejor futbolista de todos los tiempos. Aún no lo sabía ni él ni la afición blaugrana, eso sí. A veces la historia cruza por delante y pasa inadvertida.

Frank Rijkaard sabía lo que tenía entre manos y le hizo titular ante la Juventus de Fabio Capello. Ni uno ni otro técnico olvidarán nunca aquel día. Tampoco lo harán los futbolistas del club italiano, al que un chaval de 18 años volvió locos. Era un amistoso y no lo pareció. Vieira y Cannavaro tenían 29 y 32 años respectivamente. A dos veteranos como ellos no les gusta que alguien a quien doblan la edad les humille sobre el césped. Porque aunque fuera de forma involuntaria, lo que les hizo Leo es algo cercano a la humillación. La facilidad con la que esquivaba sus entradas a ras de suelo maravilló al Camp Nou desde el primer momento. Al día siguiente la fotografía del argentino fue la portada de SPORT. Enfrente tenía a Cannavaro con el dorsal 28 a la espalda.

Fabio Capello tuvo suficiente con el primer tiempo para reconocer en él a un fuera de serie. Al descanso se acercó a Frank Rijkaard y le dijo: “Este chico no puede jugar en el Barcelona porque es extranjero, déjamelo una temporadita que yo sí lo haré jugar en la Juventus. Luego te lo devuelvo”. El holandés respondió: “Olvídalo, que lo vamos arreglar en unos meses”. Y así fue. Para deleite del barcelonismo, que no ha dejado de disfrutar del '10' desde entonces. Rijkaard explicó tras el encuentro que “La Juve intentaba pararle con faltas, pero él no se tiraba atrás”.

 

Nunca lo ha hecho. Más bien todo lo contrario. Aunque el técnico tenía claro que “hay que protegerle”, su explosión era inevitable. Capello aseguraba: “Le había observado con la selección juvenil argentina y ya me pareció un gran jugador, pero otra cosa es verlo en este estadio, con esta camiseta, delante de tanta gente. Nunca había visto un jugador de tanta calidad”. Rijkaard le cambió en el 90 por Giuly y recibió su primera atronadora ovación del Camp Nou. Una de tantas.