Romario, que cumple el viernes 50 años, jugó solo una temporada y media en el FC Barcelona, donde cautivó al equipo por su manera de ser y a la afición por su estilo de juego. Romario dejó huella en el Barça pese al escaso tiempo en el que estuvo en la Ciudad Condal. O en Sitges, que era donde vivía. Sus compañeros le recuerdan con cariño e incluso Hristo Stoihckov le felicitó en el día de su cumpleaños.
Johan Cruyff recuerda un episodio con el brasileño como una de las mejores anécdotas de su carrera deportiva: “Una vez, Rosario me preguntó si podía perderse dos días de entrenamientos para poder ir a Brasil al carnaval de Rio de Janeiro. Respondí: “Si marcas dos goles mañana, te daré dos días más de fiesta con respecto a los otros jugadores de la plantilla”. El día siguiente, Romario marcó dos goles en los primeros 20 minutos e inmediatamente se vino a la banda para pedirme el cambio. Me dijo: “Técnico, mi avión sale en una hora”. No tuve opción y cumplí mi promesa con Rosario””.