Tal como se venía anunciando en los últimos días, los accesos al Camp Nou para ver el Barça-Roma estuvieron exhaustivamente controlados por los vigilantes de seguridad y los Mossos d'Esquadra.
Las puertas del estadio abrieron tres horas antes del partido para que la gente pudiera ir con antelación, pues en otros estadios se han producido colas que incluso han obligado a retrasar el inicio del choque en los últimos días.
Todos los espectadores fueron cacheados en el primer cordón de seguridad, en el acceso al recinto del Camp Nou, y también en el acceso a lo que es el campo, en las puertas.
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Hay que recordar que el club prohibió la entrada al estadio de mochilas y maletas de gran tamaño. Además, el Museo y la FCBotiga cerraron sus puertas a partir de las 14 horas. Y es que tras la amenaza terrorista latente, el club decretó especiales medidas de seguridad de cara al Barça-Roma.