Felicidad y orgullo. Esas son las dos palabras que más se repiten en el Centro de Formación Oriol Tort. Y no es para menos. Ansu Fati y Carles Pérez, dos de sus pupilos, están disfrutando de la confianza de Ernesto Valverde y fueron protagonistas en la goleada ante el Valencia.
Ellos dos son el ejemplo de que si se confía en la Masia, siempre da resultado. Pero no son los únicos que tienen nivel y sueñan con debutar en el primer equipo. Y en esa nube quieren permanecer después de varios años donde los únicos canteranos en consolidarse fueron Sergi Roberto y Carles Aleñá. Gente cercana a la Masia cree que hay base suficiente para que lo de Ansu y Carles no sea un espejismo y que tenga continuidad.
APROVECHAR LA OPORTUNIDAD
Está claro que no todos pueden jugar en la primera plantilla del FC Barcelona. Es obvio. Pero eso sí, en el club parece que ha calado la idea que cuando hay necesidades el mejor relevo está en la casa. Ya no se plantean experimentos como los de Boateng y Murillo, que fallaron estrepitosamente. Ahora quieren apostar por el talento y por ello se ha cambiado las políticas de renovaciones de las jóvenes promesas. Ansu, por ejemplo, renovó este verano con una cláusula de 100 millones y con un contrato muy superior a la del resto de renovaciones.
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También Ilaix Moriba, que destacó en la pretemporada con el Barça B de García Pimienta y que se encuentra concentrado con la selección sub-17 para preparar el Mundial de Brasil de octubre. La única queja que hay en el club a todo estos cambios es no haberlo hecho antes ya que ahora se hubiera evitado la marcha de los Eric García, Adrià Bernabé o Robert Navarro, entre otros que se han escapado en los últimos años. Pero ya no se puede dar marcha atrás y solo queda tomar nota y seguir por el camino actual.