Uno de los nombres que siguió en el mercado veraniego el año pasado fue el de Marcos Alonso. Es un jugador que siempre ha gustado mucho pero el Chelsea no le dejó salir.
El Barça pensaba que podía lograr una salida a bajo coste. Tiene contrato hasta 2023 y el Chelsea no se quiso desprender de su lateral izquierdo. En el futuro no se le puede descartar.