Manu Sarabia pasó por los micrófonos de 'El Transistor', de Onda Cero, donde analizó la situación que vive su hijo como ayudante de Quique Setién en el banquillo del Barcelona. Sarabia se mostró dolido por algunas informaciones que, a su juicio, no son ciertas, y reivindicó que la relació de Eder con el vestuario es buena.
"Por supuesto que me duele esta situación y que se hable de cosas que no son verdad", comentó antes de referirse a la escena ya famosa entre Eder y Messi durante la pausa de hidratación en Balaídos. "Es una jugada aislada y el día a día es diferente. A veces los jugadores respondemos de una forma determinada en cierto momento y me da pena y tristeza que se saque todo de quicio", valoró.
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Sobre el estado anímico de su hijo, Manu Sarabia lo ve con muchas ganas de trabajar y aprender. "Lo que más me importa es lo que me traslada mi hijo, que es pasión y muchas ganas de trabajar porque conozco a mi hijo y tengo confianza en él", apuntó antes de desvelar que "Eder no pudo ser futbolista porque las lesiones se lo impidieron y siempre le han gustado los equipos en el que el juego es protagonista".