Hubo un tiempo en el que visitar Anoeta -el actual Reale Arena por motivos de patrocinio- era un dolor de muelas para el Barça. Cuatro derrotas consecutivas en la Liga desde la temporada 2012-2013 a la 2015-2016 alimentaron la leyenda de su maldición. También en ese estadio, Luis Enrique rectificó en un descanso su postura con Leo Messi y significó el punto de inflexión para, a partir de ese KO, arrancar una etapa triunfal con el asturiano. El propio astro argentino fue quien se encargó de romper de una vez por todas la pésima racha con un gol hace cuatro campañas que igualaba el de Willian José y permitía sumar un apurado punto.
Así fue como comenzó el Barça a darle la vuelta a la tortilla. Meses después, el equipo azulgrana regresó a feudo ‘txuri urdin, esta vez para la ida de cuartos de la Copa del Rey, y encarriló la eliminatoria con un gol de Neymar de penalti.
El último precedente, vibrante y polémico
El Barça llegó a estar seis temporadas sin ganar en Anoeta, pero entre medio logró una clasificación para la final copera marcando Messi para los azulgranas y Griezmann para los realistas. Precisamente, el ‘Principito’, ya con el Barça, fue el autor de uno de los goles en el 2-2 de la pasada campaña, en un partido vibrante y muy polémico, pues Alberola Rojas se tragó un claro penalti a Piqué en la recta final.
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El otro gol fue de Luis Suárez, que también marcó en la victoria 1-2 de la 2018-19 (Dembélé fue el autor del tanto decisivo) y firmó un doblete en el 2-4 de la 2017-2018, donde también hicieron diana Paulinho y, cómo no, Leo Messi.