Lujo sin límites para el Barça en Mónaco

Para ser socio del Yacht Club de Mónaco es necesario que dos patrocinadores pidan la admisión de quien aspira a serlo y, posteriormente, debe tener la aprobación del Príncipe Alberto II, que también es el presidente de este exclusivo club. También hay que pasar por caja, claro, pero la tarifa solo la conocen quienes acaban entrando.

A su alrededor, coches de altísima gama (Ferrari, Bentley, Lamborghini...), vehículos cuyo precio dan para comprarse un buen piso en Barcelona, calderilla comparado con el valor de los yates que reposan sobre el el mediterráneo, frente a este imponente edificio que también recuerda a una gran embarcación.

En su interior esperaban los miembros de la directiva del AS Mónaco, con el propietario, el multimillonario ruso Dmitri Rybolóvlev, a la cabeza. La delegación blaugrana, presidida por Joan Laporta, llegó en furgonetas algo más humildes teniendo en cuenta los coches que por allí merodean. El máximo dirigente del Barça estuvo acompañado por Rafa Yuste, vicepresidente deportivo, y Miquel Camps, directivo. Entre los miembros de la junta directiva desplazada también está Joan Soler, Xavier Barbany, Josep Ignasi Macià y Aureli Mas. Yuste se dirigió a un grupo reducido de aficionados culés desplazado agradeciéndoles su presencia: "Gracias por venir a apoyarnos".

"La crème de la crème"

El Barça vive momentos económicos complicados, pero la grandeza del club sigue intacta, tal y como reflejan titulares como el que dedicaba 'L'Equipe' a la previa del partido: "La crème de la crème". En el mismo rotativo se habla de Lamine Yamal como "la nueva estrella" y, a nivel deportivo, se adjudica a Hansi Flick la responsabilidad de estar construyendo un equipo que "se parece al que jugaba en el Bayern".

De todo eso y de muchas otras cosas se habló en un ambiente distentido entre las directias de ambas clubs. Esta jueves por la noche arranca la Champions para ambos. Empieza, así, la temporada de verdad. Ambos clubs pasaron las horas previas alrededor de una buena mesa en el Yacht club de Mónaco. Por cierto, el edificio lo diseñó Norman Foster, el mismo arquitecto encargado de la remodelación del Camp Nou durante la primera etapa de Joan Laporta como presidente.