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El Barça volverá a contar mañana sábado ante el Girona con Luis Suárez. El uruguayo se entrenó con fuerza junto al resto de compañeros en la sesión vespertina de este viernes en la Ciutat Esportiva con la intención de recuperar su idilio con el gol en Montilivi.
Suárez se quedó todo el partido en el banquillo ante el Eibar para descansar después de un inicio de temporada un tanto accidentado. La lesión de rodilla sufrida en el partiod de vuelta de la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid le impidió jugar en los dos primeros partidos ligueros, pero desde entonces había jugado con gran intensidad tanto los partidos con Uruguay como el derbi ante el Espanyol y en Getafe.
Descanso pactado
Valverde habló con el delantero antes del encuentro frente al Eibar y ambos entendieron que la mejor decisión era que descansara en el partido frente al Eibar del martes para estar a tope en Girona y en Lisboa, frente al Sporting en el regreso a la Champions League.
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El propio técnico lo explicó en la rueda de prensa previa al derbi en Montilivi: "Después de los problemas que tuvo, ha jugado prácticamente siempre. El otro día descansó y vamos a ver, pero entendemos que responderá bien. La idea era contar con él para este partido en Girona”.