Empieza a ser casi una tradición. Leo Messi volvió a ser el último en dejar el terreno de juego, esta vez en el Sánchez Pizjuán y tras caer 2-0 ante el Sevilla en la ida de semifinales de la Copa. La colonia de futbolistas argentinos del conjunto hispalense es amplia y, alrededor del ‘10’ del Barça, montaron una especie de cónclave Lucas Ocampos, Marcos Acuña y el Papu Gómez.
El capitán blaugrana, que se intercambió la camiseta con el reciente fichaje del Sevilla, el ex futbolista del Atalanta, también tuvo tiempo de interesarse por las lesiones de Ocampos y Acuña, ambos baja para el partido ante el Barça, también en la vuelta.
La charla se prolongó durante unos diez minutos nada más acabar el encuentro y arrancó con un abrazo de Messi al Papu, un gesto que demostró el cariño que ambos se tienen. De hecho, antes del encuentro ya hubo un acercamiento similar entre ambos protagonistas.
Leo Messi, pese a la derrota, se mostró sonriente y contento de poder charlar durante unos minutos con sus compatriotas. Es evidente que el argentino aún no ha dicho la última palabra en la eliminatoria, pese a que está muy cuesta arriba.
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Más allá del partido, el ‘10’ se interesó, sobre todo, por el estado físico de los dos lesionados y por la posibilidad de contar pronto para Scaloni en la selección argentina.