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El Barça barajó la posibilidad de no firmar a un delantero a pesar de la salida a última hora de Griezmann. Había pocas opciones reales encima de la mesa y, encima, los recursos eran casi mínimos. El club le informó a Koeman que se quedaba sin Griezmann con total seguridad el mismo día del cierre de fichajes. La posibilidad existía desde hacía 48 horas, pero se convirtió en certeza el día 31 por la mañana.
El técnico dio el OK a la salida porque se trataba de una operación económicamente importantísima para el club, pero sí pidió que le trajeran a Luuk de Jong si existía esta posibilidad. La petición causó alguna reticencia interna, pero Koeman aseguró que conocía perfectamente al delantero y que estaba convencido de que le podria sacar un buen rendimiento en el Camp Nou. Ya se mojó por Memphis y salió bien y también dio la cara por De Jong. Para Koeman, De Jong es un futbolista interesante porque el Barça no disponía de un jugador de su perfil. Es un rematador de área, que tiene buen chut y que remata bien de cabeza. Y tiene claro que cuando el equipo recupere a buenos extremos como Ansu Fati o Dembélé, su figura puede ganar muchos enteros en posiciones ofensivas,