En Sport English
Ni después de una exhibición como la de ayer en el Reale Arena dio tregua a sus futbolistas Ronald Koeman. El técnico neerlandés, muy feliz tras el partidazo y la goleada endosada en uno de los estadios más complicados del fútbol español, no se relajó una vez Munuera Montero señaló el final de la contienda.
No sabemos si estaba sobre el guión previsto (entendemos que no porque el neerlandés no sabe a qué jugadores cargará más de minutos, todo depende de cómo se desarrolle la cosa), pero el caso es que cuando todos los futbolistas de la primera plantilla ponían rumbo a los vestuarios (excepto Griezmann, que se quedó atendiendo a los medios de comunicación), desde la tribuna de prensa vimos cómo dos figuras, junto al preparador físico Albert Roca, se dirigían de nuevo al terreno de juego. Eran Francisco Trincao y Miralem Pjanic.
CARRERAS A LO ANCHO DEL ESTADIO
No con demasiada buena cara ni intensidad, pero ambos empezaron a hacer carreras a lo ancho del campo. El ex del Sporting de Braga apenas había disputado seis minutos de juego (entró en el 84' por uno de los jugadores más destacados del partido, Sergiño Dest), mientras que Pjanic ni siquiera hizo acto de presencia. La relevancia del balcánico en este Barça es prácticamente ínfima.
Lejos de ganarle el puesto a Sergio Busquets (algo que muchos daban por hecho antes del arranque de la temporada), Miralem ha ido desapareciendo del mapa hasta el punto de que Riqui Puig e Ilaix Moriba le han pasado por delante en la rotación. En el caso del portugués, es uno de los grandes perjudicados por el 3-4-2-1. El es más extremo puro y con los dos mediapuntas por detrás del '9' con movilidad (Dembélé) lo tiene muy complicado.
NOTICIAS RELACIONADAS
Tanto uno como otro han sido convocados por sus respectivos para esta ventana de selecciones, una vía de escape para acumular minutos.