Gabriel Novaes se ejercitó este miércoles por primera vez con el filial, aunque no podrá jugar con el Barça B hasta dentro de aproximadamente dos meses. El delantero brasileño está bien físicamente pero ahora toca adaptarse al fútbol europeo y a un tipo de juego tan particular como es el del Barça.
Tiempo tendrá de sobras, pues los trámites para obtener toda la documentación son lentos. Los dos fichajes del verano, el uruguayo Ronald Araujo y el senegalés Moussa Wague ya experimentaron en sus carnes la ‘burocracia’ de la Segunda B.
¿Por qué se tardan dos meses?
El hándicap principal -y el motivo por el que el Barça quiso ceder al delantero al Nàstic- es que la Segunda B no es una categoría profesional, como sí lo son LaLiga Santander y LaLiga 1|2|3. Y de ahí que con el transfer no sea suficiente y aunque se obtenga, se necesita el permiso de trabajo, que es lo que ralentiza el proceso.
Wague fichó el 2 de agosto y obtuvo el KO de las autoridades policiales el 19 de octubre, aunque no debutó hasta el 7 de noviembre tras una larga lesión.
Algo menos tardó Ronald Araujo, y es que el país de procedencia también influye en este ‘camino de espinas’. El uruguayo fichó el 30 de agosto y el OK llegó también un 19 de octubre. Debutó nueve días después.
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El club ya conoce el proceso. En unas tres semanas, Novaes viajará a su país y cuando tenga los papeles, deberán ser validados por las autoridades brasileñas. En total, unos dos meses de espera.