Los jugadores del primer equipo del Barcelona ya se encuentran todos ellos en sus respectivos domicilios. Después de sufrir una debacle histórica en la Champions League, la expedición del Barcelona ha regresado este sábado por la mañana a Barcelona. La expedición barcelonista ha intentado evitar en todo momento el contacto con los aficionados y las cámaras.
Tras aterrizar en el Aeropuerto de El Prat, la delegación barcelonista, dividida en tres autocares con los cristales tintados y sin logotipar con los colores del Barcelona, han llegado a la Ciudad Deportiva de Sant Joan Despí donde les esperaban un reducido grupo de aficionados que habían colgado alguna pancarta en los alrededores. Había más periodistas que aficionados, pero pese a ello, los jugadores del Barcelona, después de recoger sus pertencias, han intentado evitarlos a todos ellos saliendo por la puerta de atrás. Solo se ha podido ver a Eder Sarabia, ayudante de Quique Setién, y Guillermo Amor, salir por la puerta principal. Este último incluso se ha parado a hablar con algún aficionado que le estaba increpando.
NOTICIAS RELACIONADAS
De esta manera, después de ver una pancarta en la que se podía leer "fuera mercenarios", se daba por concluído uno de los viajes más tristes que ha vivido en sus carnes la actual plantilla del primer equipo del Barcelona. En otras pancartas también se pudieron leer lemas como “directiva y jugadores, la vergüenza de 121 años de historia” y “menos lujo y más orgullo”. Algún aficionado les gritó que lo que debían hacer era “trabajar” y no irse a casa.