Isak, el fichaje impecable del delantero revelación

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 Isak habló en zona mixta tras la victoria de la Real Sociedad en el Bernabéu / PERFORM

Javier Giraldo

El ojo clínico de Roberto Olabe, director deportivo de la Real Sociedad, no falló: su buen conocimiento del fútbol holandés le permitió detectar que en el Willem II, equipo de media tabla de la Eredivisie, despuntaba como delantero un muchacho sueco de 19 años, ambidiestro y rápido. Cedido por el Borussia de Dortmund, Olabe logró su fichaje en la primera semana del mes de julio de 2019.

El club vasco dudaba entre Borja Mayoral y el joven y desconocido Alexander Isak, que finalmente fue el elegido gracias a varios informes. El tiempo ha demostrado que la operación (6,5 millones de euros al Dortmund) fue impecable. 

Pero como en todas las historia de éxito, los comienzos fueron difíciles. En los primeros compases de la pretemporada se instaló en el entorno de la Real la idea de que Isak no mejoraba la plantilla. Pero justo a tiempo, en el último amistoso de verano contra el Eibar, el sueco se sacó de la manga un golazo en el que demostró lo mejor de su catálogo: velocidad en la conducción y precisión en la definición

Isak supo ser paciente y esperar su oportunidad: Willian José fue el delantero centro titular de la Real durante el primer tramo de la temporada. Pero algo debió de olerse el brasileño, que tuvo un par de gestos desagradables con Isak, uno en San Mamés y otro en Balaídos, al ser sustituido. Llegó el mercado de invierno, Willian José estuvo a punto de irse al Tottenham y el entrenador del equipo, Imanol Alguacil, consideró que era el momento ideal para el relevo en la delantera. 

Desde entonces, Isak es titular. Y su rendimiento le ha convertido en una de las grandes revelaciones de la temporada: los dos goles que anotó para eliminar al Madrid de los cuartos de final de la Copa pusieron su nombre en boca de todos.

Su altura (1,90) puede llevar al despiste: es fácil verle como un delantero desgarbado, patoso o poco hábil, pero nada más lejos de la realidad. Se mueve bien en espacios cortos, define bien de cara a puerta y maneja las dos piernas. De hecho, en Zubieta aseguran que su gran margen de mejora está precisamente en el juego aéreo. 

El sueco de origen eritreo ya se ha convertido en el nuevo ídolo del Reale Arena. La grada ‘txuri urdin’ ya corea su nombre. Sus números son más que prometedores: suma siete goles en Liga (uno de ellos ante el Barça) y otros siete en la Copa. A sus 20 años y con contrato hasta 2024, la Real podría tener ídolo para rato… a menos que algún club pague los 70 millones de su cláusula de rescisión. 

El Borussia de Dortmund guarda una cláusula de recompra por valor de 30 millones de euros –solo aplicable a partir de la próxima temporada-, pero el delantero siempre ha dicho que Dortmund forma parte de su pasado, no de su futuro. Comparado de manera recurrente con Ibrahimovic (ambos nacidos en Suecia de padres inmigrantes), Isak cumple el trámite de elogiar a su compatriota cada vez que se le pregunta sobre él (“es el mejor jugador que ha existido en Suecia”), pero no se obsesiona con seguir sus pasos. “No me importa que se diga que soy el nuevo Ibrahimovic, no le doy mucha importancia. He leído varias veces esa comparación, pero no le presto atención”, confesaba en ‘El Diario Vasco’ antes de empezar la temporada.

Políglota (habla sueco, inglés, alemán y tigriña -un idioma hablado en Eritrea y Etiopía- y ya estudia castellano en Zubieta) y con aspecto de ser un tipo tranquilo, cuentan en Donosti que ya es uno de los grandes animadores del vestuario de la Real.

Seguidor de la NBA, admirador de LeBron James y fiel a ‘Juego de tronos’, Isak ha sintonizado especialmente con Odegaard y Januzaj, sus mejores amigos en la caseta. Asegura estar encantado en San Sebastián (“tengo más peticiones de amigos para venir a verme que las que tenía en Dortmund o en Holanda”, confiesa) y dice que lo que más le ha gustado de la cocina vasca es el pescado y la chuleta. Pese a su juventud, Isak ya tiene un recorrido más que interesante con su selección.

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En enero de 2017 se convirtió en el delantero más joven en marcar con Suecia (lo hizo en un amistoso ante Eslovaquia, a los 17 años y 113 días), con la que disputará la Eurocopa. Se medirá a España en San Mamés el 15 de junio: para entonces, ya será mucho más que el heredero de Ibrahimovic.

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