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El penalti que marró Martin Braithwaite ante el Eibar ha dado muchas vueltas. No solo porque la ejecución fuera un esperpento, sino porque en ausencia de Leo Messi sorprendió que el elegido para lanzar fuera el danés. Antoine Griezmann, que ha fallado unos cuantos este curso, ni siquiera apareció en escena para hacer el amago de chutarlo.
El exjugador del Leganés cogió directamente el balón, convencido, y mandó el remate un par de palmos alejado de la portería defendida por Dimitrevic. En el programa 'Tot Costa' de Catalunya Ràdio han explicado la intrahistoria de la pena máxima. Comentan que desde el entorno de Griezmann aseguran que no hubo ninguna duda y que el lanzador estaba ya más que pactado desde antes del encuentro.
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De hecho, en las imágenes se ve cómo el propio galo y Miralem Pjanic están junto a Albrola Rojas en la banda revisando la jugada en la pantalla del VAR mientras que Braithwaite está dispuesto en el punto de penalti listo para tirarlo. Una acción que podría haber sido determinante para el marcador final y que terminó de forma dramática.